La terapia de polaridad busca equilibrar las corrientes de energía en el cuerpo para mejorar la salud y el bienestar.
Imagina que tu cuerpo está formado por corrientes de energía que fluyen en patrones específicos. Estas corrientes energéticas, según la terapia de polaridad, están relacionadas con la salud física, emocional y mental. La terapia de polaridad trabaja para armonizar estas corrientes, restaurando el equilibrio y promoviendo una mejor salud en general.
Durante una sesión de terapia de polaridad, un terapeuta de polaridad utiliza técnicas que involucran toques suaves, movimientos, y a veces diálogo y visualización. El objetivo es liberar bloqueos de energía y facilitar el flujo libre de energía vital a través del cuerpo.
La terapia de polaridad se basa en la idea de que la energía fluye entre dos polos, o extremos, y se relaciona con los elementos naturales. Estos polos representan aspectos opuestos, como el positivo y el negativo, o el calor y el frío. Al equilibrar estos opuestos, se busca mejorar la salud y la vitalidad.
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